09 de septiembre, 2025.
En Colombia, el procedimiento para definir la custodia de menores es un proceso accesible que no requiere abogado y puede adelantarse sin costos si se realiza ante entidades públicas o vía judicial. El objetivo central es garantizar el interés superior del menor, priorizando su bienestar en la decisión final.
El trámite inicia con una solicitud de conciliación ante una notaría, un centro de conciliación, una comisaría de familia, la Defensoría del Pueblo o el ICBF. Allí, las partes exponen sus solicitudes y pruebas, y si se llega a un acuerdo, este queda consignado en un acta con efectos legales. En caso de no lograr un consenso, se expide una constancia de no acuerdo que habilita acudir a la vía judicial.
El proceso judicial se adelanta ante un juez de familia, quien recibe la demanda acompañada del registro civil del menor y las pruebas que respalden la solicitud. La otra parte cuenta con 10 días para responder, y posteriormente se realiza una audiencia en la que se valoran las pruebas antes de dictar sentencia. La decisión se profiere en única instancia, sin posibilidad de apelación, y puede incluir aspectos como el régimen de visitas y la fijación de una cuota alimentaria.
Es importante diferenciar patria potestad y custodia: la primera abarca las decisiones legales sobre educación, salud y bienestar del menor, mientras que la custodia se refiere al cuidado cotidiano, es decir, con quién vive el niño y quién asume su atención diaria. En conclusión, este procedimiento busca ser ágil, garantizar acceso a la justicia y asegurar que las decisiones protejan integralmente a los menores.
Directora Ejecutiva.